sábado, 7 de noviembre de 2009


Coordinador Nacional de Barrios de Pie opina sobre la asignación universal por hijo


"Es un avance que tiene que ser profundizado con una reforma financiera y tributaria" señaló Baigorria
Tuvieron que pasar muchos años, muchas movilizaciones, mucha lucha, muchos debates, para que finalmente lográramos avanzar en la conquista de un derecho tan anhelado como la asignación universal por hijo. Es un avance que se reconozca que la pobreza es un problema y como tal hay que atacarlo. Es un avance que se haya comprendido que mientras seguimos peleando porque todos los argentinos y argentinas puedan llevar el pan a su casa gracias al trabajo en blanco y un salario digno es necesario garantizar que todos los niños y niñas puedan satisfacer sus necesidades básicas.
Pero así como vemos estos avances, también vemos con preocupación que aquellos compañeros y compañeras que han conseguido un piso de asistencia a través de planes como el Jefes y Jefas deban optar entre dichos planes o cobrar la asignación por hijo. Ambas asignaciones deberían ser complementarias ya que tienen finalidades diferentes como paliar una situación de desocupación y garantizar un derecho como es el ingreso para la niñez.
No tiene sentido buscar un ahorro en ese punto como si a partir de estos planes algún vecino o vecina de nuestros barrios más humildes fuera a enriquecerse o hacer grandes negocios. Lo mismo sucede con quienes cobren el seguro de desempleo o tengan alguna pensión y menores a cargo. Nadie tiene que perder sus actuales ingresos y ningún niño tiene que quedarse sin su asignación por temor a que alguien “se abuse”, es preferible que se cometa la injusticia de que alguien cobre algo de más a que muchos se queden sin cobrar.
El financiamiento no puede provenir de los trabajadores y sus aportes a la Seguridad Social ni de los jubilados mas aún cuando la mínima no supera el limite de la pobreza. Una verdadera redistribución tiene que venir de la mano de una reforma financiera y tributaria progresiva donde paguen más los que se han beneficiado con el modelo económico y los que amasan fortunas sin trabajar ni producir. Es insólito que a esta altura aumenten los impuestos a quienes producen o se mantenga el abusivo porcentual del IVA mientras las operaciones financieras están exentas de impuestos.
Es el momento adecuado para avanzar con la eliminación de las exenciones a la renta financiera y las ganancias de capital. Pero el Ministro de Economía, fiel a sus orígenes neoliberales, ha retomado viejos argumentos que hablan de “no asustar” a quienes tienen depósitos en momentos en que se quiere retomar la relación con el FMI y perdonar a los bonistas. Por otro lado se intenta meter confusión diciendo que queremos aumentar los impuestos a la pobre jubilada que tiene un plazo fijo cuando estamos hablando de sumas millonarias utilizadas para la especulación. También se sacan cuentas tendenciosas sobre la cantidad de dinero que se obtendría con estas medidas diciendo que no alcanzaría a los 500 millones de pesos cuando diversos economistas incluidos algunos “ortodoxos” como el Ministro sacan cuentas cercanas a los 5.000 millones
No queremos ser parte de los aplaudidores obsecuentes que creen que este decreto es la panacea de todos los males, ni de aquellos que se oponen porque conviene mediáticamente, valoramos el avance que significa pero señalamos que si se quiere avanzar definitivamente sobre la pobreza hay que generar una verdadera y profunda redistribución de los ingresos, achicando la brecha entre los que más y menos tienen. Lo cual no tiene nada que ver con utilizar los ahorros de los viejos ni con subsumir los planes que ya estaban presentes.
Roberto Baigorria
Coordinador Nacional Movimiento Barrios de Pie